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Tres signos de alarma para saber si padece de un trastorno de personalidad

22 agosto, 2023

La personalidad se refiere al conjunto de características psicológicas de un individuo, que determinan su manera de actuar y afrontar el día a día; En otras palabras, define nuestra manera en cómo pensamos, sentimos, actuamos y nos relacionamos con el otro y el entorno. Este patrón de conducta es único y estable en el tiempo, ayuda a adaptarse a situaciones y afrontar los desafíos de la vida de manera flexible y saludable.  La personalidad se construye de la experiencia y la relación con el otro y su entorno. Por lo tanto, va de la mano de procesos biológicos, psicológicos y culturales, que tiene origen en la niñez y se consolidad a lo largo del tiempo y maduración.

Cuando una persona presenta dificultades en la resolución de problemas, en el establecimiento de vínculos con otros individuos, haciéndola sentir y actuar de forma inapropiada o difícil para el contexto cultural y la situación experimentada, alejándose de las normas sociales y expectativas, suelen padecer de un «trastornos de personalidad».  Estos trastornos suelen aparecer al final de la adolescencia o al principio de la edad adulta, pero pueden aparecer antes (durante la infancia). Su duración es muy variable y tienden a disminuir o a resolverse a medida que las personas envejecen.

Posterior a la Pandemia, las cifras de trastorno mentales en general han tenido un incremento considerablemente significativo, según cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), y los trastornos de la personalidad no son la excepción, presentándose alrededor del 10% de la población mundial. Estos trastornos suelen afectar en igual proporción a hombres y mujeres, aunque algunos tipos específicos pueden impactar más a un género que al otro.

Los signos y síntomas de alarma que podrían indicar la presencia de un trastorno de personalidad incluyen:

1. Patrones de conducta o comportamiento, que causan malestar emocional significativo, siendo de larga duración, permanente en el tiempo y su inicio suele remontarse al menos a la adolescencia.

2. Escasa capacidad o inflexibilidad para adaptación ante el estrés y dificultades, lo que provoca inestabilidad emocional.

3. Otras características que se pueden observar son, pensamientos o practicas excéntricas o extrañas, comportamientos dramáticos, excesivamente emotivos e impredecibles o, conductas evitativas, de ansiedad o temor .

“La prevención de estos trastornos radica en mantener un entorno familiar y social estable, flexible y normalizado, con normas de convivencia y patrones educativos adecuados durante la niñez y adolescencia, con el fin de evitar la aparición de éstos en la edad adulta. Reconocerlos y abordarlos a tiempo, puede tener un impacto significativo en la calidad de vida y bienestar psicológico de las personas afectadas asegura”, Rafael José Miranda Jiménez Psiquiatra asesor de EPS Famisanar.

De esta manera, las áreas sobre las que influye el patrón desadaptativo de los trastornos de personalidad son:

  1. Pensamiento: La forma de percibir e interpretar lo que les sucede a sí mismos, o a otras personas, suele diferir de lo que opina su entorno.
  2. Afectividad: Las respuestas emocionales de las personas con un trastorno de personalidad, suelen resultar inadecuadas con respecto a lo socialmente aceptado para la situación. La respuesta emocional puede ser exagerada, inapropiada o inexistente, en función del tipo de trastorno de personalidad.
  3. Funcionamiento interpersonal: Por distintos motivos, las relaciones interpersonales suelen verse afectadas. Por tanto, los lazos familiares suelen deteriorarse, las relaciones de pareja no se mantienen en el tiempo y los acuerdos laborales pueden provocar despidos o cambios frecuentes de trabajo.
  4. Control de los impulsos: Habitualmente, existe una dificultad para controlar los impulsos, ya sea en las acciones, palabras o decisiones tomadas.

Los síntomas pueden abarcar un amplio espectro de posibilidades, desde la desconfianza extrema, hasta la necesidad de ser el centro de atención. Pueden verse acompañados de ansiedad o depresión en situaciones concretas. Recuerda que reconocer y abordar a tiempo estos trastornos puede marcar la diferencia en tu calidad de vida y bienestar psicológico.