
Gracias a la miniserie ‘Adolescencia’, un fenómeno reciente de Netflix, ha resurgido con fuerza el interés por entender a los incels y el concepto de la regla 80/20, y pone sobre la mesa un fenómeno social que lleva bastante tiempo sin ser comprendido completamente
El término “Incel”, proviene del inglés involuntary celibate, es decir, «célibes involuntarios». Surgido en 1997 en un foro canadiense, este movimiento aglutina a hombres que se definen como incapaces de establecer relaciones sexuales o románticas con mujeres, a pesar de quererlo y buscarlo.
Esta frustración, lejos de ser abordada con introspección o búsqueda de ayuda profesional, suele convertirse en una espiral de misoginia, resentimiento y odio en línea.
Según la psicóloga Lara Ferreiro, los incels «se sienten rechazados y culpan a las mujeres de su situación, lo que los lleva a consumir porno violento y a desarrollar actitudes peligrosamente agresivas».
Lo inquietante es cómo esta ideología se propaga entre adolescentes y jóvenes adultos, especialmente a través de foros anónimos y redes sociales. Ferreiro alerta sobre la peligrosidad de este colectivo, comparándolo con una «secta piramidal de maltratadores» donde los líderes promueven el acoso psicológico y emocional en masa.
El anonimato digital, los nicknames y la cultura de la impunidad online refuerzan estas conductas, convirtiendo a usuarios inseguros en potenciales agresores en grupo.
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Los Incels y la regla del 80/20
Uno de los pilares ideológicos de los incels es la regla 80/20, una interpretación distorsionada de la ley de Pareto: según ellos, el 80% de las mujeres solo se interesa por el 20% de los hombres, aquellos más atractivos o exitosos. Esta visión simplista alimenta su victimismo, ignorando factores emocionales, sociales y de desarrollo personal.
Los incels suelen tener baja autoestima, problemas de salud mental como ansiedad o depresión, y muchas veces presentan dismorfia corporal. Son individuos vulnerables que encuentran validación en comunidades tóxicas que refuerzan su visión del mundo.
La psicóloga insiste en que visibilizar estos temas es fundamental. «Hay que educar desde edades tempranas sobre violencia de género psicológica. Uno de cada cinco jóvenes cree que no existe, y más del 70% de las mujeres ha vivido una relación tóxica». Las redes sociales, en palabras de Ferreiro, son «estercoleros digitales» donde florecen discursos de odio sin filtro alguno.