
Nintendo se encuentra en una fase muy complicada, que ni Mario ni Luigi sabrían cómo pasar sin perder vidas. Resulta que, mientras todo el mundo espera con ansias el lanzamiento de la Switch 2, la compañía japonesa está lidiando con un enemigo poco convencional: los aranceles estadounidenses.
La nueva consola, con un precio estimado de 450 dólares, tiene su fecha de lanzamiento marcada para el 5 de junio, pero todo podría tambalearse por la guerra comercial entre EE. UU. y Asia. ¿La jugada maestra de Nintendo? Acumular consolas como si fueran monedas en el Castillo de Bowser. Según Bloomberg, la Gran N ha estado redireccionando envíos de la Switch 2 desde Vietnam hacia EE. UU., tratando de adelantarse a cualquier bomba arancelaria que pueda explotar.
Y es que la cosa estaba fea: se hablaba de un arancel del 46% para productos de Vietnam, donde se fabrica gran parte de la Switch 2. Por suerte (o por giro de guion de última hora), el expresidente Trump se echó para atrás, bajando el impuesto a un 10% por 90 días. Pero eso no significa que el peligro haya pasado: aún pende la amenaza de un arancel del 125% sobre productos fabricados en China, lo que podría hacer saltar los precios por los aires.
Nintendo, previendo este caos, ha aumentado significativamente el envío de consolas desde Hosiden Corp., uno de sus principales ensambladores. Solo en febrero, se enviaron más unidades a EE. UU. que en los seis meses anteriores combinados. La meta: tener millones de Switch 2 listas para el lanzamiento, incluso si el escenario arancelario se pone en modo “pesadilla”.
El problema es que, aun con ese stock, Nintendo podría estar vendiendo con pérdidas. Según Hideki Yasuda, analista de Toyo Securities, el costo de fabricación de la Switch 2 ronda los 400 dólares, lo que dejaría márgenes ajustadísimos con el arancel actual. Aun así, Nintendo estaría dispuesta a asumir esas pérdidas a corto plazo.
Mientras tanto, compañías como Sony, que dependen aún más de China para fabricar sus consolas como la PS5, podrían verse forzadas a subir precios si el conflicto comercial se prolonga.
¿La solución? Fabricar en EE. UU. suena bonito, pero según expertos como Joseph Foudy, eso implicaría años de planificación, inversión millonaria y mucho, mucho papeleo. Nada que esté en los planes inmediatos de Nintendo.
Por ahora, la Switch 2 sigue su curso hacia el mercado estadounidense, con millones de consolas ya acumuladas, un hype creciente y una economía global que no da respiro. Como buen gamer, solo queda cruzar los dedos y esperar que esta nueva aventura tenga un final feliz… y sin pagar más de lo esperado.