Como muchos ya sabrán, Netflix ya hace algún buen tiempo lanzó su película “Los dos papas” («The Two Popes»), que retrata o intentar retratar uno de los hechos más importantes en la Iglesia católica en su historia reciente; la renuncia de un papa y la ascensión de otro de origen latinoamericano.
Protagonizado por Anthony Hopkins como el papa Benedicto XVI y como el papa Francisco a Jonathan Pryce, estamos ante una historia que pretende explicar cómo se sucedieron sendos hechos, desde una perspectiva detrás de bambalinas.
También se muestra a dos seres humanos con sus defectos, que en este caso estaríamos hablando de pecados, y como las debilidades humanas pueden impactar a la sociedad en general.
La realidad de la búsqueda de un papa en el fin del mundo
Pero antes de pretender una historia completa y absolutamente fidedigna, debemos entender que su director el brasileño Fernado Meirelles, hace claridad que se trata de una obra inspirada en un hecho histórico sin precedentes y que impactó a millones de personas en el mundo, independiente si son católicos o siquiera creyentes o no.
Ver a “Los dos papas”, es un ejercicio y acercamiento tranquilo, con muchos tintes de ficción de una obra que retrata a un par de seres humanos que tuvieron que estar frente a una de las instituciones más poderosas y antiguas del planeta, sumado al peso que ello conlleva.
Por eso vemos cientos de sitios en Internet que tratan de explicar hasta donde van las líneas que supera la ficción de la realidad y que tanto de la película, se extiende al campo de la especulación, aunque ninguna afirma que se trate de un mancillamiento a las figuras representadas en la película.
Y si bien es cierto, hay mucha fantasía y se suavizaron ciertos aspectos mientras que otros se enaltecieron, debemos recordar que se trata de tan solo una visión de los hechos convertidos en película, porque empezando nadie sabe exactamente que pasa al interior del cónclave, mucho menos lo que habrán hablado Bergoglio y Ratzinger en privado.