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Los cloroplastos y las fotosíntesis

3 enero, 2020



Existen en el mundo elementos que, a simple vista, no se pueden apreciar y que sin ellos, sin duda, la vida no sería posible tal como la conocemos.

Al observar, por ejemplo, una pequeña hoja de alguna planta muy fina en un microscopio, podemos apreciar unos pequeños bloques que conforman la hoja.


Cada uno de esos bloques es una célula. Esta célula sería de tipo vegetal, que se diferencian de la célula animal en que tienen una pared celular.

Hay dos grandes tipos de células: las procariotas y las eucariotas. La células animal y vegetal son de tipo eucariotas. La pared celular de las células vegetal las hace ver de forma hexagonal, esto es diferente en la célula animal que no tiene pared celular y lucen de forma circular.

El color característico de casi todas las plantas es el verde. Esto se debe a la clorofila que está incluida en unos orgánulos llamados cloroplastos, que son propios de la célula vegetal y que no existen ni en la célula animal ni en las procariotas.

Aunque hay bacterias que son células de tipo procariotas que producen clorofila pero no tienen cloroplastos.

Los cloroplastos son los que le sirven a la planta para hacer la fotosíntesis. En este proceso la planta con el dióxido de carbono que recoge de la atmósfera y el agua que consigue generalmente por la raíz, forma la molécula de glucosa.


Con la glucosa la planta fabrica azúcares con los que se alimenta para su crecimiento. Además en el proceso se libera a la atmósfera oxígeno, gracias al cual vivimos en un mundo habitable donde podemos respirar.

Los procesos que se producen en la naturaleza sorprenden por la increíble sencillez con la que accionan. Y a la vez tienen resultados tan complejos que mantienen en equilibrio los más complejos ecosistemas.