En un mundo cada vez más abierto y dispuesto a que los derechos de grupos minoritarios sean exigidos y representados, es importante hacer un alto para entender cuál es el papel de la tecnología para contribuir a un mundo más igualitario.
“Tecnología” es fácilmente asociada con computadores intermediando relaciones humanas o con algo tan intangible como la nube donde se sabe que está alojada la información, pero no se puede tocar. Sin embargo, la tecnología va mucho más allá, tiene un poder inclusivo y permite que hoy el conocimiento sea universal, y que alguien apartado en una aldea o en la selva pueda acceder a conocimiento y hacerse amigo de una persona en otro continente, ampliando su valor en una nueva dimensión más humana.
“La tecnología humaniza al hacer colectivo el conocimiento, al permitir que también un campesino pueda convertirse en un gran influenciador, porque lo que cuenta es el poder de su historia. Humaniza al traernos a una era en donde lo auténtico es valorado y lo diferente y único tiene su propio espacio”, afirma Janet Fernández, vicepresidente Regional para América Latina de Motorola Solutions.
En una ciudad, la tecnología que está dispuesta para la seguridad y protección de los ciudadanos, está a su servicio de manera indistinta y esto también es diversidad e inclusión. Permite por ejemplo que una persona en medio de un accidente doméstico, sin importar de qué parte de la ciudad llame, con solo digitar un número de emergencia de tres dígitos (911 o su equivalente en cada país-), reciba asistencia prioritaria de salud y de un asistente social- de manera coordinada-, sin mencionar su aporte para que toda la información que capta una cámara de seguridad pueda servir para rastrear y asistir un niño perdido antes de que sea muy tarde. En una misión tan crítica como salvar vidas y proteger a la comunidad, la tecnología juega un rol no menor y ahí el valor de todos como seres humanos, sin distinción de raza, género o credo es el mismo.
“La diversidad hoy ocupa un lugar prioritario en la agenda de gran parte de gobiernos y empresas, lo cual sin duda es un gran avance para nuestra sociedad, sin embargo, es importante entender que su significado va más allá de contar con más mujeres y grupos minoritarios en posiciones de liderazgo, tiene que ver con un gran propósito, construir un mundo “de todos, para todos”, y es allí donde la tecnología puede mostrar su mayor y más humana dimensión”, concluye Fernández.