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La evolución del Business Intelligence
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En el mundo se estima que las implementaciones de los centros de datos para el 2022 alcancen los 83.650 millones de dólares, es decir un crecimiento con una tasa interanual del 13,5%, de acuerdo con la firma de investigación Transparency Market Research, estudio que, reconoce así el rol que las organizaciones le están dando al hecho de sacar provecho a la información que tienen, validando que, cuando los datos se ponen en uso le aportan un gran valor a su gestión.
Para finales de la década del noventa la oferta de servicios en tecnología de información se centraba en brindar aplicaciones para automatizar transacciones de negocio y almacenar esta información en bases de datos. De esta manera, se empezó a hablar de como una organización podría usar esos datos de forma más estratégica y proveerle información valiosa a los ámbitos ejecutivos y gerenciales, usando los datos almacenados en dichas aplicaciones transaccionales, para permitirles entender el negocio y tomar decisiones basados en análisis de información.
Es así como, estos proyectos y tecnologías a los que se les denominó de forma genérica Business Intelligence -término acuñado por primera vez por Gartner en 1996- donde se habilito la inteligencia empresarial para procesar información proveniente de diferentes fuentes de datos estructurados y mediante herramientas de datos, que construían una única fuente de datos coherente y con la calidad necesaria para que todos los ejecutivos contarán con esa única versión de la verdad corporativa, a la que se le conoció como ‘bodega de datos’.
Ahora, según Gustavo Villa, Chief Information Officer de O4IT, “dotar a la empresa de inteligencia sigue más vigente que nunca, debido entre otros factores, a la gran explosión de datos disponibles para que las organizaciones tomen provecho, no solo de los datos estructurados, sino, de cualquier dato proveniente del ecosistema de la que pueda llegar a ser útil para una organización, de esto se trata la inteligencia empresarial moderna”, resalta.
La inteligencia empresarial moderna en esencia sigue teniendo el mismo objetivo de hace dos décadas: proveerle información adecuada, con la calidad y la oportunidad que necesita el negocio. Sin embargo, la tecnología que la soporta ha cambiado de forma significativa, dejando como principal consecuencia una buena noticia, la inteligencia empresarial ya no es solamente exclusiva de empresas grandes, sino que cualquier empresa independiente de su tamaño puede implementarla en su gestión.
Para Gustavo el Business Intelligence puede ser aplicado en cualquier organización por factores como:
Es claro que las empresas en este momento generan una gran cantidad de datos que no es posible ordenar, clasificar y gestionar con eficacia para que sirvan de base para realizar estrategias óptimas; se deben utilizar herramientas adecuadas y es necesario en ese proceso llevar a cabo una planificación para tomar decisiones acertadas en su implementación.
En este sentido, es importante determinar el objetivo que busca la organización. Es común encontrar empresas en las cuales las preguntas de negocio más simples son las más complejas de responder de forma adecuada. ¿Cuántos y cuáles son nuestros clientes por negocio?, ¿Cuánto son nuestras ventas por cliente, tipo, región, producto?, ¿Cuál es nuestra utilidad por producto? y que muchas veces no se pueden solucionar al tener cifras erradas por el alistamiento manual de la información.
Para Gustavo Villa, si una empresa se encuentra en una situación similar “no hay que ser un gurú para saber que la forma más fácil de empezar a tener una empresa más inteligente es con proyectos de inteligencia empresarial. Afortunadamente hoy las organizaciones de cualquier tamaño pueden implementarla, a través de proyectos y usando tecnologías modernas que son simples, rápidas y con un alto retorno a la inversión”, señala.
james
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