El mundo automotriz está evolucionando cada año para ofrecer mayor comodidad, innovación, desarrollo y más seguridad en cada herramienta y accesorio, lo que repercute en un necesario avance de las baterías del carro, pues de ellas depende el funcionamiento de cada una de las partes del vehículo.
Por las nuevas demandas de energía se ha hecho imprescindible una batería con sistemas de gestión más potentes que desde su fabricación cumpla con los requerimientos de arranque, alta durabilidad y diseño que soporte descargas profundas controladas. Adicionalmente, las baterías ahora deben ser aptas para los sistemas avanzados Start Stop que requieren una rápida recarga.
Con el aumento de la electrificación de los vehículos, sistemas de seguridad más complejos de los carros y las demandas gubernamentales cada vez más estrictas en temas ambientales, las baterías cobran cada vez un rol más importante y llegan a convertirse en el corazón del carro.
Esta es la razón por la cual desde el año 2013 en países de Europa este tipo de tecnologías son habituales, dándole paso a tecnologías como las AGM (Absorbent Glass Mat) y EFB (Enhanced Flooded battery) y, por ende, disminuyendo en gran medida el uso de las baterías SLI (Starting Lighting Ignition) baterías “inundadas”, consideradas como convencionales, que actualmente son usadas por la mayoría de los vehículos en nuestro país.
Un Estudio de mercado realizados por Varta, contemplaba que desde el 2019 más del 80% de los vehículos fabricados en Europa vendrían con el sistema Start Stop, una tecnología que se hace indispensable para baterías de mayor potencia.