En el contexto actual, caracterizado por una creciente apreciación por las tradiciones religiosas y culturales, así como por el aumento del turismo nacional e internacional en Colombia, Bogotá se ha consolidado como un destino de referencia para aquellos que desean vivir una experiencia auténtica durante la Semana Santa.
Este fenómeno ha sido impulsado por diversos factores, como el incremento en la promoción turística por parte de las autoridades locales y la creciente infraestructura turística que facilita el acceso a los principales lugares de interés de la ciudad.
Además, la riqueza histórica y cultural de Bogotá, junto con su diversidad religiosa, ha contribuido a convertirla en un destino atractivo para una amplia gama de visitantes, desde los devotos que buscan participar en ceremonias religiosas significativas hasta los viajeros interesados en explorar la herencia cultural y arquitectónica de la ciudad.
Este aumento en la popularidad de Bogotá como destino para la Semana Santa no solo ha beneficiado a la industria turística local, sino que también ha enriquecido la experiencia de los visitantes al ofrecerles una variedad de actividades y eventos especiales que celebran las tradiciones religiosas y culturales de la región. Asimismo, ha contribuido al fortalecimiento del tejido social y cultural de la ciudad al promover el intercambio y la integración entre personas de diferentes orígenes y creencias.
En este sentido, el Profesor Miguel Lozano, Docente-Líder del Programa Profesional en Turismo y Gastronomía de la Tecnología en Gestión Turística y Hotelera de UNINPAHU, compartió algunas recomendaciones para estos días de asueto:
El Cerro de Monserrate, un icono de la ciudad que se alza majestuosamente sobre el paisaje urbano. Su ubicación en una montaña de fácil acceso ya sea a través de senderos naturales o mediante medios de transporte como el funicular y el teleférico, lo convierte en un lugar imperdible para aquellos que desean contemplar una vista panorámica de Bogotá desde las alturas.
Además, los restaurantes ubicados en la cima ofrecen una experiencia gastronómica única, donde los visitantes pueden disfrutar de platos tradicionales con un toque personal y vistas espectaculares.
La Catedral Primada de Colombia, una joya arquitectónica ubicada en el corazón del centro histórico de Bogotá. Esta imponente estructura, cargada de historia y religiosidad, atrae a numerosos fieles y turistas durante la Semana Santa, especialmente durante las procesiones y ceremonias especiales.
La presencia del Santo Sepulcro y otras imágenes religiosas en su interior añaden un aura de solemnidad y espiritualidad a la experiencia de los visitantes.
La Iglesia de San Francisco, un lugar emblemático que, a pesar de la pérdida de su campanario, sigue siendo un punto de referencia importante en Bogotá. El cuadro de la Última Cena, diseñado por Leonardo da Vinci, confiere un valor artístico y cultural significativo a este lugar sagrado, atrayendo tanto a devotos como a amantes del arte y la historia.
El Cerro de Guadalupe, una capilla histórica que ofrece una perspectiva única de Bogotá y su entorno. Situado en una colina escarpada, este lugar sagrado invita a los visitantes a contemplar la belleza natural y arquitectónica de la ciudad, mientras se sumergen en un ambiente de paz y reflexión espiritual.
La Candelaria, un barrio pintoresco y lleno de historia que se convierte en el epicentro de las celebraciones de Semana Santa en Bogotá. Sus estrechas calles empedradas y sus coloridas fachadas albergan una gran cantidad de iglesias y lugares de interés religioso, donde los visitantes pueden participar en diversas actividades y procesiones que conmemoran la Pasión de Cristo.
Además de estos destacados puntos de interés, Bogotá ofrece una amplia variedad de iglesias y lugares de culto, como la Iglesia de Lourdes y la Iglesia Dios Sédanos de la Divina Misericordia, que enriquecen aún más la experiencia de los turistas durante la Semana Santa.
Sin embargo, la experiencia en Bogotá durante esta época trasciende lo puramente religioso y cultural, ya que la ciudad también deleita a los visitantes con su exquisita gastronomía. Después de una jornada de exploración y reflexión, los turistas pueden disfrutar de delicias culinarias como la tradicional torta de zanahoria acompañada de un reconfortante masato, que añaden un toque de sabor local a esta experiencia inolvidable.