
History estrena “Misterios Inexplorados con Danny Trejo”, una serie presentada por el icónico actor de “Machete” y “Heat”, que revela la historia detrás de algunos de los hallazgos más sorprendentes del mundo, encontrados por accidente, casualidad o en circunstancias inesperadas.
Desde tesoros escondidos y objetos sagrados hasta túneles subterráneos ocultos, animales sorprendentes y restos de criaturas prehistóricas, el planeta sigue guardando misterios que aún esperan ser descubiertos y esta nueva serie indaga en aquellos que han salido a la luz de las formas más insólitas. Cada episodio profundiza en el contexto, los protagonistas y la importancia histórica de estos descubrimientos, a medida que nos ofrece una nueva perspectiva sobre lo que creíamos conocer. Así, la serie nos invita a explorar los secretos del pasado que desafían nuestra comprensión actual sobre nuestra evolución y los mitos y las leyendas que los rodean. Como dice Trejo: “Estar en el lugar correcto, en el momento justo, no sólo te puede hacer rico, sino formar parte de la historia”.
A lo largo de ocho episodios, la serie combina la pasión de Danny Trejo por la historia con su inconfundible voz y curiosidad por lo desconocido, mientras presenta cada caso acompañado de material de archivo, entrevistas con expertos y recreaciones impactantes.
AMÉRICA LATINA: TIERRA DE HALLAZGOS SORPRENDENTES Y SECRETOS ANCESTRALES
La serie no solo explora fascinantes descubrimientos a lo largo de la historia, tanto contemporáneos como antiguos, de diferentes rincones del mundo, desde Estados Unidos, Asia, Europa, África e incluso el Espacio Exterior. En esta ocasión, se destacan una serie de impresionantes hallazgos en América Latina. Entre ellos, en el episodio ‘Descubrimientos Sagrados’, se profundiza en el de una piedra circular azteca en Ciudad de México, durante una excavación realizada por unos trabajadores en 1978. El descubrimiento, que reveló una representación de la diosa Coyolxauhqui desmembrada por su hermano Huitzilopochtli, resultó ser solo el inicio de una serie de macabros hallazgos, como el de una pared construida con cráneos humanos que se encontró en 2015.
En el episodio ‘Cámara de los Secretos’, se aborda la historia de “la Ciudad Perdida”, un tesoro arqueológico oculto en la selva colombiana. En 1976, un joven cazador llamado Julio César Sepúlveda encontró una escalera de piedra de 200 peldaños en medio de la jungla en Santa Marta, que lo condujo a una ciudad ancestral escondida, que según la leyenda local, fue construida por el pueblo tairona y alberga una enorme colección de oro enterrado.
Este episodio, además, profundiza en un hallazgo en el Parque Nacional Teotihuacán, México, una de las mayores ciudades de Mesoamérica durante la época prehispánica, famosa por sus pirámides y ruinas pre aztecas. Allí, en el año 2003, luego de varios días de lluvia y tormentas en la región, los trabajadores del parque encontraron en la base de la Pirámide de la Serpiente Emplumada, el Templo de Quetzalcóatl, un agujero de casi un metro de ancho que llevaba a túnel por debajo de las pirámides. Miles de tesoros jamás imaginados, entre objetos entre bastones, esqueletos, ofrendas, fueron encontrado en este misterioso tesoro oculto de la ciudad.
En ‘Estructuras Misteriosas’ la serie propone el impresionante misterio de unas esferas de piedra halladas en Costa Rica. A fines de la década de 1930, mientras se preparaba la tierra para el cultivo de banano en el Delta de Diquís, se descubrieron enormes rocas esféricas, algunas de las cuales parecían perfectamente esculpidas. Estudiadas por la antropóloga Doris Zemurray, se descubrió que estas esferas databan entre el 600 y el 1500 d.C. y estaban alineadas de forma extraña con la Isla de Pascua, las pirámides de Giza y Stonehenge, alimentando la especulación sobre su origen y propósito.
Otra historia atrapante latinoamericana, presentada en el episodio ‘Descubrimientos Bestiales’, tiene lugar en Colombia en 2007, cuando pescadores de Antioquia descubren una población de hipopótamos salvajes viviendo en el río. Estos animales, originarios de África, habrían llegado a Colombia gracias al narcotraficante Pablo Escobar, quien trajo los hipopótamos para su zoológico privado. Tras la muerte del criminal, el gobierno colombiano se apoderó de esta propiedad de Escobar, muchos animales fueron enviados a otros zoológicos locales, pero los hipopótamos, al ser una especie muy peligrosa, fueron dejados allí. Estos animales escaparon, se asentaron en la cuenca hidrográfica de Antioquia y se reprodujeron, haciendo estallar su población tras la ausencia de depredadores naturales.