Los problemas de seguridad, tanto en grandes como en pequeñas empresas, siempre han sido una constante preocupación. Sin embargo, en las últimas semanas, los casos de brechas de seguridad a nivel mundial parecen haber aumentado, afectando incluso a grandes corporaciones.
Es común pensar que las brechas de seguridad y fugas de datos «le pasan a otros», pero este es uno de los errores más grandes que podemos cometer.
Nosotros somos el blanco perfecto para los ciberdelincuentes. Manejar cuentas bancarias nos convierte en objetivos fáciles, ya que el vaciado de nuestras cuentas puede pasar desapercibido para los medios de comunicación, a diferencia de las grandes multinacionales.
Además, pueden secuestrar nuestros datos, pedir rescates a nuestro nombre y estafar a nuestros conocidos. También pueden usar nuestras cuentas de correo, computadoras o redes sociales como zombies» para ejecutar ataques coordinados a otros usuarios o instituciones.
Con la llegada de la inteligencia artificial, los ciberdelincuentes pueden captar los datos que proporcionamos ingenuamente y crear brechas de seguridad o fugas de información sensible en nuestras organizaciones.
Esto puede sonar a ciencia ficción, pero para quienes hemos tenido algún contacto con el mundo de la ciberseguridad, este tipo de acciones son de las más sencillas. Lamentablemente, no son ni las únicas ni las más sofisticadas que existen.
La recomendación principal es ser extremadamente cautelosos con los datos que brindamos en la red a cambio de productos o beneficios. Debemos recordar siempre que no hay nada gratis, y si lo hay, el producto somos nosotros o nuestra información.
Es crucial saber qué tipo de información sobre nosotros existe en la red y en la dark web. Mantener una moderada cantidad de paranoia puede ayudarnos a identificar si un correo, llamada o mensaje de WhatsApp es una estafa.
Lo más importante es educarnos y educar a nuestros allegados para evitar ser una estadÃstica más en las listas de vÃctimas de los ciberdelincuentes.
La seguridad debe ser una prioridad constante. Proteger nuestros datos y educarnos sobre ciberseguridad es fundamental para evitar ser vÃctimas de los ciberdelincuentes. La prevención y la educación son nuestras mejores herramientas.