El brillo del pelaje y bienestar de la piel en nuestras mascotas, depende de la buena alimentación, ya que este órgano requiere de una gran cantidad de nutrientes para tornarse saludable. Este tejido, es muy sensible a los cambios de ingredientes y es por eso que debemos ofrecer siempre un alimento que esté acorde a la especie, raza, edad, actividad fÃsica y estado de salud de nuestro peludo.
El Dr. Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute habló sobre las cinco principales causas de las enfermedades dermatológicas o de la piel causadas por una incorrecta alimentación:
- Dietas mal elaboradas, sin supervisión o desbalanceadas.
- Trastornos alimenticios del perro o gato, por ejemplo, como cuando dejan de comer.
- Mal almacenamiento del alimento, ya que siempre se debe almacenar en un lugar fresco, alejado de la humedad y calor.
- Alteración en la absorción del alimento.
- Mutaciones genéticas.
Cifuentes agrega que dentro de las principales y más comunes enfermedades de la piel de origen nutricional en los perros y gatos, se encuentran:
- Reacciones adversas a ciertas comidas o intolerancias alimenticias.
- Dermatosis por deficiencia de Zinc (puede tener un origen genético), que causan una mala absorción o dietas pobres en Zinc.
- Dermatosis sensible a Vitamina A y deficiencia de Vitamina A, muchas veces hereditaria.
- Insuficiencia de Vitamina B por causas genéticas, por deficiencia en la dieta o cuando se ofrecen ciertas cantidades de huevo crudo en la dieta.
- Déficit de Vitamina C y E.
- Escasez de ácidos grasos sobre todo en alimentos que han sido mal conservados o dietas caseras mal elaboradas.
- Carencia de proteÃna, algunas veces por pérdida de apetito, inapetencia por enfermedad o alimentación prolongada con una dieta mal formulada o inapropiada.
Los perros y gatos con estos desórdenes, pueden presentar piel seca con descamación o muy grasosa, mal olor, enrojecimiento y caÃda del pelo, inflamación de los oÃdos, rascado permanente, lesiones húmedas y con costras, pelo opaco y seco, cambios rojizos en pelos negros, mala cicatrización y cambios en el color de la piel.
Si tu peludo presenta cualquier signo de los mencionados anteriormente, debes llevarlo de inmediato al médico veterinario para que realice un diagnóstico, y recomiende el mejor tratamiento y alimentación para tu mascota.