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Cómo aprovechar la tecnología para mejorar las capacidades del alumno moderno con programas de formación y desarrollo eficaces

16 noviembre, 2021

El mundo de los negocios evoluciona a una velocidad de vértigo debido a la transformación digital que está cambiando la forma en que vivimos y trabajamos. Los profesionales de Recursos Humanos en las empresas se encuentran en medio de un vértice de inmersión digital con nuevas tecnologías, nuevos métodos de impartición y un alumno moderno que pide nuevas maneras de acceder al aprendizaje.

Lo cierto es que en el entorno profesional actual la formación blended ha dejado de ser negociable. Por eso, Learnlight, plataforma líder global de aprendizaje de idiomas y habilidades basada en la nube, recomienda a las empresas implantar un modelo blended eficaz dentro de la estrategia de capacitación y desarrollo, que permita ayudar a mejorar el compromiso de los empleados y la transferencia de conocimientos al contexto profesional.

Según Deloitte, el trabajador medio solo dispone del 1% de la semana laboral para formarse y aprender; eso son solo 24 minutos para desarrollar el talento en una semana de 40 horas. “Si lo pensamos, resulta obvio que nuestra forma de aprender ha cambiado mucho en estos últimos años. Lo que necesitamos es un modelo genuinamente blended capaz de aprovechar las tecnologías, lograr el compromiso del alumno moderno y, al mismo tiempo, añadir valor a la estrategia corporativa de la empresa”, dice Benjamin Joseph, Co-fundador & CEO de Learnlight.

Estos son los 7 elementos que no se pueden dejar de lado a la hora de diseñar un programa blended eficaz:

  1. Objetivos de aprendizaje claros. Los diseñadores de formación tienen que saber identificar y definir unos objetivos de aprendizaje claros antes de empezar a crear un programa blended.
  • El modelo de aprendizaje blended adecuado. El aprendizaje blended es una mezcla de modelos de aprendizaje, apoyados en la tecnología. Por lo tanto, debe establecerse con claridad la forma de combinar los contenidos online con el método presencial impartido por el formador.
  • Acceso flexible y móvil a la formación. Si el aprendizaje se da en todas partes, debería ser omnipresente. El alumno actual exige experiencias de aprendizaje en tiempo real y con resultados medibles, además de ser móvil.
  • Microaprendizaje. Impartir contenidos formativos personalizados y atractivos en pequeñas dosis de aprendizaje para asegurar la eficacia y el nivel de participación, y muy en línea con los objetivos generales de la formación corporativa.
  • El poder del video-aprendizaje. Usar vídeos de muy corta duración para divulgar conocimientos, capaces de lograr que se involucren e interesen unos alumnos muy faltos de tiempo.
  • Contenidos relevantes y personalizados. Entregar contenidos personalizados para garantizar que el alumno moderno tenga una experiencia formativa a medida, además de ofrecerle al alumno múltiples oportunidades para poner en práctica lo aprendido.
  • Evaluación del aprendizaje blended. Asegurar que se incluyan todos los aspectos del programa, el contexto y las personas involucradas, para garantizar que no se pierda la interconexión.

Según una encuesta de la consultora McKinsey, el desarrollo de capacidades ha ganado más importancia de la que tenía antes de la pandemia, y el 69% de las empresas están desarrollando más programas de capacitación ahora, en comparación con los que tenían antes de la crisis causada por la covid-19.

“Creemos que la formación y el desarrollo son fundamentales para la satisfacción y retención de los empleados. Se debe poner en marcha un programa blended que funcione y consiga resultados, creando una experiencia de aprendizaje a medida, inmersiva y centrada en las personas, y a la vez móvil, instantánea y en formato micro”, añadió Benjamin Joseph.