Llenar una tarjeta con stickers para ganar un café gratis, ganarse un descuento en un almacén por su primera compra o hasta aprender un idioma con una app son actividades que seguramente ha llevado a cabo alguna vez en su vida. Todas estas, se asemejan a un juego y buscan impulsar nuevos negocios, fidelizar clientes o ayudar a aprender una nueva habilidad. En ese sentido, la gamificación es una estrategia que hace mucho más fácil y eficientes todas estas actividades.
Cientos de marcas, instituciones educativas y organizaciones de todo el mundo han implementado campañas y estrategias con gamificación con el fin de mejorar todas sus labores, acercarse a sus clientes o usuarios e impulsar el rendimiento y el bienestar de sus equipos.
Pero, específicamente ¿qué es la gamificación? La gamificación abarca todo un universo de posibilidades y diversas adopciones según las necesidades de quien la use. El término puede referirse a muchas herramientas, métodos, técnicas y plataformas que pueden o no ser digitales.
En pocas palabras, gamificación es tomar una actividad que no es un juego (como resolver ecuaciones o monitorear ventas) y aplicar sobre ella mecánicas de juego con el fin de mejorar el compromiso de las personas con dicha actividad e incrementar los resultados esperados.
¿Qué se necesita en la gamificación?
Diseño de experiencia: se refiere a los elementos de juego o las estructuras implícitas (un juego de escalera, de laberintos, de exploración, etc.).
Las mecánicas: son los procesos que mueven el desarrollo del juego, como vencer a un dragón o simplemente llegar al final de un camino.
Los componentes: son las implementaciones específicas de las dinámicas y mecánicas: avatares, medallas, puntos, rankings, niveles, etc.
¿Cuáles son sus beneficios?
La gamificación se suele aplicar para resolver problemas y obstáculos dentro de empresas, instituciones o la vida personal. Entre muchos otros, algunos de los beneficios de la gamificación son la optimización del compromiso en los entrenamientos de los colaboradores de una compañía, el incremento del desempeño del personal de ventas y el aumento de la productividad organizacional.
¿Cómo se aplica a la educación?
El sector educativo es uno de los mercados que más ha acogido la gamificación. En el 2015 el mercado de la gamificación educativa alcanzó los 93 millones de dólares y se espera que este año la cifra llegue a los 1.200 millones de dólares: un crecimiento de casi 68% en cinco años.
Muchas veces la gamificación en la educación también se aplica en principios de juegos para los diseños pedagógicos en las aulas de clase.
Por ejemplo, se pueden desarrollar actividades como puntos por participación, concursos de matemáticas, medallas por buenas calificaciones o incluso cambiar las calificaciones tradicionales por puntajes o vidas, como en un videojuego.
Delft University of Technology una de las universidades más prestigiosas de Europa, gamificó hace unos años 2 de sus cursos: uno para estudiantes principiantes sobre computación y otro más avanzado sobre computación en la nube. En ambos, los profesores usaron diversas técnicas basadas en juegos para incrementar la participación y el compromiso de los estudiantes durante el semestre.
¿Cómo se aplica a los negocios?
Al igual que con la educación, la gamificación en los negocios gira en torno al diseño motivacional. Existen múltiples formatos y aplicaciones de gamificación en los negocios dependiendo del área que se desee impulsar.
La intención con aplicaciones “gamificadas” por parte de una marca, por ejemplo, suele ser brindarle autonomía a los usuarios, clientes, pacientes o trabajadores, para que tomen sus propias decisiones y no se sientan forzados a interactuar.
Juan Camilo Nates CEO de Colombia Games, compañía especializada en gamificación explica: “Con una buena implementación en el sector empresarial, la gamificación ayuda a incrementar la interacción de los clientes e impulsar el compromiso de los empleados con sus trabajos.Esto se logra a través de un ciclo compuesto por acciones, recompensas y motivación.”
La firma Deloitte fue una de las pioneras en implementar herramientas con gamificación para entrenar a sus empleados y clientes. En 2012 la empresa contrató a un externo para “gamificar” su ya existente programa de liderazgo interno: Deloitte Leadership Academy (DLA).
Se reestructuró el sistema antiguo para incluir medallas por participación o logros y escalafones para los mejores resultados. Incluso, algunos de los premios son para equipos completos dentro de la empresa.
Desde que se integró la gamificación al programa se pudo evidenciar un incremento de 37% en las estadísticas de uso semanal por parte de los empleados y un incremento del 46% en el número de usuarios diarios. También aumentó el tiempo promedio de uso de cada visita al sitio.
“Cientos de empresas de todo el mundo están implementando herramientas con gamificación para motivar a sus empleados, incrementar la productividad o capacitar a sus equipos. La gamificación puede ser aplicada en las áreas de marketing o recursos humanos y trae varios beneficios para las compañías desde impulsar la motivación de los equipos de trabajo, hasta incentivar la comunicación entre las marcas y los usuarios.” Concluye Nates
En las últimas décadas, las estrategias de gamificación se comenzaron a aplicar a entornos digitales, ya sea a través de computadores, smartphones o relojes inteligentes. Y dada la actual coyuntura del covid-19, tiene sentido que todas estas estrategias comiencen a estar basadas en las dinámicas en línea.